Este nuevo proyecto esta liderado por la Universidad Nacional de La Plata y el Astillero Río Santiago donde desarrollaron una impresora 3D para fabricar casas con un sistema rápido, económico y de alta eficiencia energética. Los primeros prototipos estarán listos antes de fin de año.
La intención de este nuevo proyecto es desarrollar un dispositivo que vaya volcando el mortero, para poder ir armando las paredes sin necesidad de un encofrado. Este sistema se está probando en otras partes del mundo, esto sirve para poder abaratar los costos, al momento de construir una vivienda.
Sabemos que al momento de construir una vivienda de dos o tres ambientes de forma convencional puede llevar entre seis meses y un año, eso teniendo todo a favor. Sin embargo, durante los ultimos tiempos la situación habitacional esta imposible en estos tiempos, aun así se tiene en mente, que a la hora de poner a trabajar esta increíble tecnogia, se pueda ver que los tiempos de construcción se reducen a menos de un mes utilizando sistemas de impresión 3D.
Desde hace por lo menos un poco mas de cuatro años, la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) trabaja junto al Astillero Río Santiago y empresas de las construcciones locales en el desarrollo de una megaimpresora 3D y una mezcla de material cementicio, la cuál le permite levantar las paredes de una casa de 60 metros cuadrados en menos de una semana. Esto permitiría construir viviendas sociales en forma mucho más rápida, que la manera convencional, y reducira los costos económicos.
El primer prototipo de esta impresora, fue construida íntegramente en el país, esto por esto que solo está siendo pruebas de ensayado en los talleres del astillero bonaerense. Se trata de un pórtico de seis metros de ancho por 11 de alto, lo que permite construir viviendas de hasta seis metros de ancho, por el largo que se desee, todp será trabajado de un solo piso.
¿Cómo surgue el proyecto?
El proyecto surgió mas que nada pensado como un aporte de la Universidad para poder contrarrestar el déficit habitacional en el país”, comenta el ingeniero Daniel Tobio, secretario de Producción de la UNLP. “La idea en un principio era diseñar y construir la máquina acá y traer el material constructivo de afuera, pero luego se fueron sumando empresas locales, entre ellas una importante cementera, que están desarrollando la mezcla de material”, destaca. El software que interpreta el diseño y controla los movimientos de la impresora, también fue desarrollado en la universidad. Se trata de un proyecto multidisciplinario, al que se van sumando estudiantes, investigadores y profesores de distintas carreras: desde ingeniería a sistemas, arquitectura y trabajo social.
¿Cómo funciona?
El funcionamiento de esta maquinaria es similar al de las impresoras 3D convencionales, que van depositando capas de material según un diseño predeterminado. El pórtico se monta sobre carriles, y en la viga superior se encuentra un pico extrusor que recorre de extremo a extremo, según lo establecido en la idea de construcción diseñada, de esta manera es como se va vertiendo la mezcla cementicia de secado rápido para las paredes.
Una vez edificadas las paredes, con sus divisiones internas y dejando espacios para las aberturas, se coloca el techo de chapa con poliuretano expandido, que no se imprime. “La idea, tanto para los techos como para las aberturas, es usar materiales locales con buena aislación térmica, con lo que se logra una mejor eficiencia energética”, aclara.
Actualmente, en Argentina tres de cada cuatro familias carecen de una vivienda adecuada y el déficit habitacional se acrecienta por el costo de la construcción, la falta de crédito y los tiempos dilatados de las obras. La Universidad puede ofrecer soluciones alternativas a este problema, a pesar del ahogo presupuestario y la decisión del gobierno nacional de frenar la obra pública. Para este docente, “hoy más que nunca tenemos que pensar en construir un mundo mejor y seguir adelante con este proyecto es una forma de hacerlo”